La robótica
La robótica es la rama de
la tecnología que se dedica al diseño, construcción, operación,
disposición estructural, manufactura y aplicación de los robots.
La robótica combina diversas
disciplinas como son: la mecánica, la electrónica, la informática,
la inteligencia artificial, la ingeniería de control y la física. Otras
áreas importantes en robótica son el álgebra, los autómatas
programables, la anima trónica y las máquinas de estados.
El término robot se
popularizó con el éxito de la obra R.U.R. (Robots Universales Rossum),
escrita por Karel Čapek en 1920. En la traducción al inglés de dicha
obra, la palabra checa robota, que significa trabajos forzados, fue
traducida al inglés como robot
La historia de la robótica va unida
a la construcción de "artefactos", que trataban de materializar el
deseo humano de crear seres a su semejanza y que lo descargasen del trabajo. El
ingeniero español Leonardo Torres Quevedo (GAP) (que construyó
el primer mando a distancia para su automóvil mediante telegrafía sin
hilo,[cita requerida] el ajedrecista automático, el primer transbordador
aéreo y otros muchos ingenios) acuñó el término "automática" en
relación con la teoría de la automatización de tareas tradicionalmente
asociadas.
Karel Čapek, un escritor checo,
acuñó en 1921 el término "Robot" en su obra dramática Rossum's
Universal Robots / R.U.R., a partir de la palabra checa robota, que
significa servidumbre o trabajo forzado. El término robótica es acuñado
por Isaac Asimov, definiendo a la ciencia que estudia a los robots. Asimov
creó también las Tres Leyes de la Robótica. En la ciencia ficción el
hombre ha imaginado a los robots visitando nuevos mundos, haciéndose con el
poder, o simplemente aliviando de las labores caseras.
Los robots se usan en diversos
ámbitos y para cumplir tareas variadas: desde los brazos robóticos utilizados
en la industria automotriz hasta el novedoso sistema quirúrgico Da Vinci, que
permite practicar cirugías de alta complejidad poco invasivas y con una
precisión sin precedentes; desde los robots espaciales diseñados para explorar
la superficie de planetas desconocidos hasta la aspiradora doméstica Roomba,
que realiza la limpieza de manera autónoma, o el Nano Air
Vehicle (NAV), también llamado nanocolibrí, un pájaro utilizado para
espionaje militar. Pero quizá los más llamativos sean los androides, que
imitan la morfología, el comportamiento y el movimiento de los seres humanos.
Uno de los más conocidos en la actualidad es ASIMO, pensado para llevar a cabo
labores asistenciales y sociales. Aunque se encuentra en una etapa
experimental, ASIMO es capaz de caminar o subir escaleras por sí solo.
Desde siempre, las personas han
querido desarrollar seres animados con diferentes fines. Este deseo de dar
vida, conjugado con el progreso mecánico, científico, tecnológico y electrónico
a lo largo de la historia, dio lugar a la creación de los autómatas, máquinas
que imitan la figura y los movimientos de un ser animado, antecedente directo
de los robots.
Los primeros autómatas se remontan
a la Antigüedad: egipcios y griegos fueron pioneros en el desarrollo
de la mecánica y la ingeniería. Conocían y utilizaban a la perfección
principios mecánicos como la rueda, el eje, la cuña, la palanca, el engranaje,
la rosca y la polea, elementos que constituyen la base de muchos mecanismos
empleados en la actualidad. Tenían también un profundo conocimiento de
hidráulica y neumática, que usaban para dar movimiento a algunas estatuas.
En el siglo I d. C., Herón de
Alejandría escribió el primer tratado de robótica, Los autómatas, y creó
los primeros autómatas: el teodolito, un aparato que medía ángulos, distancias
y desniveles, y el odómetro, que medía distancias recorridas.
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